Actúo como si la mierda me resbalase, pero por dentro me vuelvo loco. Mis inseguridades podrían
comerme vivo. Se supone que soy el soldado que nunca pierde la compostura aunque soporte todo el peso del mundo
en mis hombros ¡Qué gracioso eres, deberías ser comediante! Por desgracia lo soy, porque me escondo tras las lágrimas de un
payaso.
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